Ver la vida de San Francisco de Asís me ha hecho reflexionar que el común de los mortales no necesitan (ni necesitamos) justificaciones metafísicas de substancias y esencias para creer o descreer algo, el ejemplo muchas veces es la mejor justificación.
Y es que parece obvio, pero para mí, un cabeza hueca, no lo es (o era) tanto. Veía la biografía del Padre Osvaldo Lira y no entendía como (probablemente) uno de los chilenos más inteligentes que ha habido, ha tenido tan poco impacto, que hasta su pupilo predilecto, Jaime Guzmán, lo traicionó. Y en sus últimas entrevistas del diario cae en una conclusión similar.
Lo cual no significa que no haya que ser capaz de dar justificación, pero esta rara vez es tan profunda en conversaciones de tú a tú.
Ver la vida de San Francisco de Asís me ha hecho reflexionar que el común de los mortales no necesitan (ni necesitamos) justificaciones metafísicas de substancias y esencias para creer o descreer algo, el ejemplo muchas veces es la mejor justificación.
Y es que parece obvio, pero para mí, un cabeza hueca, no lo es (o era) tanto. Veía la biografía del Padre Osvaldo Lira y no entendía como (probablemente) uno de los chilenos más inteligentes que ha habido, ha tenido tan poco impacto, que hasta su pupilo predilecto, Jaime Guzmán, lo traicionó. Y en sus últimas entrevistas del diario cae en una conclusión similar.
Lo cual no significa que no haya que ser capaz de dar justificación, pero esta rara vez es tan profunda en conversaciones de tú a tú.